Ser asertivo es una habilidad de comunicación central. Significa que te expresas con efectividad y declaras tu punto de vista, mientras respetas los derechos y creencias de los demás.

Ser asertivo puede ayudarte a estimular tu autoestima, ganar el respeto de los demás y manejar el estrés, especialmente si sueles aceptar demasiadas responsabilidades porque te cuesta trabajo decir que no.

Aquí hay siete consejos que te ayudarán a volverte más asertivo:

  1. Evalúa tu estilo. ¿Expresas tus opiniones o las callas? ¿Dices que sí a trabajo adicional cuando estás sobrepasado? ¿Juzgas o culpas rápidamente? ¿La gente teme hablar contigo? Identifica tu estilo antes de empezar con los cambios. 
  1. Usa frases con “yo”. Usar frases con “yo” hace que los demás sepan lo que piensas, sin acusar. Por ejemplo, decir “Yo no estoy de acuerdo” en vez de decir “Tú estás equivocado”. 
  1. Practica decir “no”. Si te cuesta rechazar propuestas, intenta decir “No, no puedo hacerlo ahora”. No dudes, sé directo. Si la explicación es apropiada, sé conciso.  
  1. Ensaya lo que quieres decir. Si te cuesta trabajo decir lo que quieres o piensas, practica a solas. Di lo que quieres en voz alta. Podrías anotarlo, para que puedas practicar con un guión. Pide a un amigo o compañero de trabajo que te ayude a ensayar una situación y pide comentarios francos.  
  1. Usa el lenguaje corporal. La comunicación no sólo es verbal. Actúa con confianza, aunque no la sientas. Mantén una postura firme, pero sé flexible. Haz contacto visual con regularidad. Mantén una expresión facial neutral o positiva. No uses gestos dramáticos. Practica un lenguaje corporal asertivo frente al espejo o con un amigo o compañero. 
  1. Revisa tus emociones. El conflicto es algo duro para la mayoría de gente. A lo mejor puedes estar frustrado o enfadado, o puede que tengas ganas de llorar. Aunque estos sentimientos sean normales, pueden estropear tu camino para resolver conflictos. Si te sientes demasiado sensible, espera un poco si es posible. Trata de calmarte. Respira lentamente y mantén un tono de voz firme.
  1. Empieza poco a poco. Al principio, practica tus nuevas habilidades en situaciones con bajo riesgo. Por ejemplo, prueba tu asertividad con un compañero o amigo antes de enfrentar una situación más complicada en el trabajo. Evalúate después y modifica el enfoque si es necesario.