Las expectativas poco claras, la falta de control sobre las decisiones laborales y la incertidumbre sobre el futuro. Todo esto puede generar estrés en el trabajo, como también un proyecto en particular, un viaje largo al lugar de trabajo, un lugar de trabajo incómodo y muchas otras situaciones. Para comenzar a lidiar con el estrés laboral, puede resultar útil identificar los elementos que te desencadenan más estrés.

Prueba a hacer un seguimiento de los factores estresantes por una semana o dos. Escribe situaciones, eventos y personas que te generen una respuesta física, mental o emocional negativa. Responde preguntas como las siguientes:

  • ¿Dónde estabas?
  • ¿Quién participó?
  • ¿Cuál fue su reacción?
  • ¿Cómo te sentiste?

Afronta tus factores desencadenantes

Cuando hayas identificado tus desencadenantes de estrés, busca formas de resolver cada situación o evento. Con frecuencia, la mejor manera de enfrentar el estrés es buscar una forma de cambiar las circunstancias que lo desencadenan.

Por ejemplo, supongamos que estás atrasado en el trabajo porque debes recoger a tu hijo de la escuela. Puedes intentar pedirles a otros padres que lo hagan por ti. O bien, puedes considerar empezar a trabajar antes o reducir tu tiempo de descanso durante el almuerzo.

Si tienes inquietudes específicas, tal vez relacionadas con un proyecto específico u otras situaciones, considera hablar con tu supervisor sobre tus opciones. Tal vez puedan trabajar juntos para cambiar las expectativas o alcanzar compromisos o soluciones.

Cuando tu trabajo es estresante, quizás sientas que te consume la vida. Para mantener la perspectiva sigue estos consejos:

  • Cuida tu salud. Incluye la actividad física en tu rutina diaria, descansa bien y mantén una alimentación saludable. Prueba técnicas de relajación, como meditación, atención plena y respiración profunda. Camina al aire libre.
  • Descansa. Incluso unos minutos de tiempo personal durante una jornada laboral ajetreada pueden ser reparadores. Cuando puedas, tómate tiempo libre. Ya sea un fin de semana largo o unas vacaciones, tomarte tiempo para relajarte puede ayudarte a tener más energía cuando vuelvas al trabajo.
  • Destina tiempo para divertirte. Para evitar el agotamiento, reserva tiempo para hacer actividades que disfrutes.
  • Habla con personas en quienes confíes. Ya sea que te comuniques con tus compañeros de trabajo, con amigos o con seres queridos, el apoyo y la colaboración pueden ayudarte a sobrellevar la situación. Si tienes acceso a un programa de asistencia para empleados, aprovecha los servicios pertinentes.