El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), la agencia contra el cáncer de la Organización Mundial de la Salud, etiquetó la carne procesada como carcinógena y la carne roja como probablemente carcinógena. Los carcinógenos son compuestos que causan cáncer.
Los datos del informe de la IARC indicaron que la carne procesada estaba asociada con un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal. El informe presenta evidencia fuerte, pero aún limitada, de la relación entre el cáncer colorrectal y la carne roja.
En el informe se calculó que cada porción de 50 gramos de carne procesada que se consume a diario aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal en un 18 por ciento. Investigaciones anteriores han sugerido que la porción es más pequeña, menos de 20 gramos al día. El informe no proporcionó un análisis similar para la carne roja.
¿Cuánto es 20 g de carne procesada? Una rebanada de tocino cocido tiene entre 8 y 16 gramos. Una rebanada promedio de salami tiene entre 9 y 12 gramos, y una rodaja delgada de pepperoni tiene aproximadamente 2 gramos.
¿Deberías dejar de comer carne? La OMS recomienda que las personas que comen carne reduzcan el consumo de carne procesada para disminuir el riesgo de padecer cáncer colorrectal. Además, numerosas organizaciones de la salud sugieren reducir el consumo de carne para disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Si tienes pensado continuar comiendo carne, ten en cuenta estos consejos de salud:
- Compra cortes magros. Elige cortes más magros y elimina toda la grasa visible.
- Cocina, no carbonices. Cocina la carne a temperaturas seguras para prevenir las enfermedades que transmiten los alimentos. Pero evita las altas temperaturas y no carbonices la carne: ambas pueden producir carcinógenos.
- Practica la moderación. Piensa en la carne como un condimento de sabor, más que como el foco principal de las comidas. Enfatiza los vegetales y los cereales integrales, y limita la carne a unas cuantas onzas una o dos veces al día.
- Expande tus proteínas. Muchos alimentos, además de la carne, proporcionan proteínas: porotos (frijoles, judías), lentejas, lácteos, soja, huevo, pescado y frutos secos.