Nadie vive una vida libre de estrés, pero la forma en que estructuramos nuestras vidas puede mejorar nuestra resistencia a los factores estresantes comunes.

Una causa común de estrés es la necesidad de hacer mucho en poco tiempo, pero administrar bien tu tiempo puede reducir el estrés y ayudarte a sentirte mejor.

Planea con anticipación

Planifica tus tareas para cada semana y cada mes. Puedes hacerlo de manera digital si eso funciona mejor para ti. Muchas personas encuentran que el lápiz y el papel son más útiles. Reserva una breve sesión de planificación el fin de semana o el lunes para identificar lo que debes hacer esa semana y dónde encaja mejor en tu agenda.

Haz las cosas importantes primero

Al planificar, ten en cuenta las tareas que pesan más en tu mente o tienen plazos estrictos. Complétalos primero para eliminar el estrés. Hacer primero las tareas esenciales por lo general ocupa las horas más productivas para la mayoría de las personas, que son las primeras horas de la mañana.

Si se puede hacer en 5 minutos o menos, hazlo de inmediato

Manejar las pequeñas cosas que aparecen a lo largo del día puede agregar una tensión significativa a tu capacidad mental. Si es algo que puedes completar rápidamente, hazlo de inmediato. Cuantas más cosas mantengas fuera de tu mente, menos peso mental tendrás que cargar.

Identifica las distracciones

Minimiza las cosas que te distraen e interfieren con la productividad. Esto podría ser la televisión, tu teléfono o las redes sociales. Instala “un barandal” para proteger tu tiempo productivo. Esto podría significar establecer horas de silencio en tu teléfono, cerrar la puerta de tu lugar de trabajo o eliminar aplicaciones de redes sociales.

Divide las tareas grandes

Enfrentarse a una gran tarea puede resultar abrumador. Cuando planifiques tu día o tu semana, divide las tareas grandes en partes manejables. En lugar de concentrarte en todo a la vez, reserva tiempo para completarlo pieza por pieza; así, cada parte se sentirá factible a medida que avanzas en la gran tarea.

Toma descansos

Cuando te sientas apurado o sobrecargado, es más probable que te agotes tratando de hacer todo y eso solo agravará tu estrés. Planifica tiempos de descanso en los que te permitas descansar y no pensar en tus listas de tareas por un tiempo.