Las respuestas dependen de la composición del sustituto de la leche, si ayuda a satisfacer tus necesidades nutricionales y si tienes una afección médica previa.

Hay disponibles decenas de variedades de sustitutos de la leche. Además de la leche de soja, existen productos a base de frutos secos (leches de almendra, anacardo, coco, avellana y macadamia). Algunos sustitutos utilizan como base cereales o semillas, como lino, cáñamo, hojuela de avena, arroz y quinua. También hay mezclas hechas de diversos granos, frutos secos y semillas.

Los nutrientes clave que proporcionan la leche y los productos lácteos son calcio, vitamina D, fósforo y, hasta cierto punto, potasio. No todos los sustitutos de la leche están fortificados con cantidades similares de estos nutrientes. Las Pautas Alimentarias solo mencionan la leche de soja como una opción equivalente. Lee las etiquetas para asegurarte de elegir un sustituto que contenga cantidades similares de calcio (30 % de la cantidad diaria) y vitamina D (25 % de la cantidad diaria) que la leche. No todos los sustitutos de la leche están fortificados con cantidades similares de estos nutrientes. Las Pautas Alimentarias solo mencionan la leche de soja como una opción equivalente. Lee las etiquetas para asegurarte de elegir un sustituto que contenga cantidades similares de calcio (30 % de la cantidad diaria) y vitamina D (25 % de la cantidad diaria) que la leche.