Tienes una meta en mente que parece inalcanzable: ¿comprar un coche, irte de viaje o juntar el enganche para un departamento? ¡Sí se puede! Solo necesitas seguir los pasos que a continuación te damos:

  • Define por qué y para qué quieres ahorrar. También define el plazo. Cuando sabes qué es lo que quieres lograr y en cuánto tiempo deseas hacerlo, sabrás cuál es la mejor forma para alcanzar tu objetivo.
  • Controla tus gastos (los que realizas en efectivo y también con tu tarjeta de crédito) y elabora un presupuesto. En ese presupuesto deberás registrar absolutamente todos tus gastos (renta, transporte, comida, ropa, salidas a comer o al cine, medicamentos y visitas al médico, etc.). Nunca gastes más de lo que ganas.
  • Reduce tus gastos en diversión o en placeres prescindibles. Para cumplir una meta, si de verdad la deseas, tendrás que apretarte el cinturón y dejar aquellos gastos inútiles o que son más placer que necesidad; por ejemplo, tus revistas semanales o el café de 40 pesos que compras de camino a la oficina.
  • Si vas a comprar algo a crédito, que solo sean bienes duraderos y no de consumo: computadora, televisor, muebles, electrodomésticos.
  • Además de ahorrar para tu meta financiera, considera destinar un poco de dinero para crear un fondo de emergencias, el cual te ayudará en caso de que se presente un imprevisto.