¿Cuántas veces, al terminar tu día, te has reprochado la pérdida de oportunidades por haber pasado demasiado tiempo en actividades, personas y situaciones que no lo merecían? 

Perder el tiempo es una acción que todos cometemos, pero nos arrepentimos de ello cuando identificamos la rentabilidad de nuestras acciones diarias y comprobamos que se han convertido en rutinas que debemos eliminar. Eso está muy bien, pero, ¿somos honestos con el tiempo de los demás? ¿Valoramos su tiempo, independientemente de la posición de la persona?

Aquí te damos algunas ideas que deberías llevar a cabo siempre, para demostrar que respetas y valoras el tiempo de los demás.

  • Sé puntual. Aunque la puntualidad ayuda a causar una buena impresión, también es una señal indiscutible de respeto hacia el tiempo de otros. Ser puntual también demuestra tu responsabilidad, generando seriedad y transmitiendo un mensaje de educación y disciplina.
  • Avisa cuando te retrases. No ser puntual es sinónimo de una deficiente capacidad organizativa, falta de interés y seriedad, y eso daña tu imagen. Si se trata de una reunión de trabajo, podría provocarte tensiones.
  • Cancela tu cita o compromiso lo antes posible en caso de que no puedas asistir. Esperar hasta el último momento para comunicar que no vas a presentarte (o hacer lo que dijiste) además de hacerte quedar mal es una trastada.
  • No interrumpas si llegas tarde. Imagina una reunión que ha empezado sin ti y cuando apareces empiezas a disculparte, dando explicaciones por tu retraso, rompiendo el ritmo de la sesión y deteniendo la exposición de lo que se está tratando. Eso es una verdadera falta de respeto.
  • Interésate en el otro. Trata de ponerte en los zapatos del otro. Compórtate de tal forma que demuestres tu interés en la otra persona, que la respetas y valoras sus perspectivas, tiempo y espacio. Poner atención a la persona que te habla es sinónimo de enriquecimiento e interés por lo que se está comunicando, y das una visión certera de que esa persona con la que tratas no pierde su tiempo, ni tú, el tuyo.
  • Evita disponer del tiempo de otros. Todo problema que te aparezca, resuélvelo de la mejor manera que puedas, pero no comprometas a terceras personas sin avisarles.